Weeds in the Flower Bed

 

 

Do not judge, and you will not be judged. Do not condemn, and you will not be condemned. Forgive, and you will be forgiven.” Luke 6:37 (NIV)

 

One of the jobs I disliked as a youngster was weeding flower beds. I carried an intense aversion to it throughout my life. There is a part within many Christians that reacts to the weedy areas of others. This tends to display to the unchurched more of what the Christian is against rather than for. Many non-Christians see most of the Christian community as a ‘reactive’ group of individuals who are locked into a mass attack upon them. While it is true that Paul tells Christians to confront and rebuke persistent sin (1^st Timothy. 5:20), it seems more Christians are clucking their tongues at the person and not the sin.

 As Christians, we sometimes forget that when it comes to sin there are natural laws of sowing and reaping. Paul says that rage and sinful passions are a direct result of the severity of the law (Romans 4:15, 5:20, 7:5). In going beyond the mandate of grace many of us overstep the law of love (Matthew 22:37-40, John 13:34, Romans 13:8-10) and self-righteously attack what we hate or have been biased against. Jesus identified the basic reactive Christian as someone who has an eye-for-an-eye attitude (Matthew 5:38).

 This can be a great dilemma for believers for we know there is a higher standard that God demands we live by. We want to be holy because He is holy and we want to stand against sin, and we should, but with balance in our approach and love and a spirit of grace. Jesus said, “A new commandment I give you: Love one another. As I have loved you, so you must love one another. By this everyone will know that you are my disciples, if you love one another” (John 13:34-35). 

 When a reactive Christian sees a person’s yard in disarray, they immediately want to knock on their door and tell them how unsightly the weeds in their garden look and “remove them as soon as possible.” I know Christians who believe a weeded flower bed is all that is needed, but that mindset ignores the unregenerate heart which allowed the weeds to flourish in the first place.

 The Lord wants us to drop the reactive stance in our testimony and go proactive. A proactive lifestyle does not express power through disfavor but expresses the power of Christ by living and walking within the loving sway of the Spirit. The power of a proactive Christian lies in their ability to love others as themselves.

 A proactive Christian will not judge another person’s flower bed unsoundly. Their proactivity will cause them to introduce the homeowner to their Gardener and show them how He brought their own flower bed from a pile of ashes to a beautiful showplace of vibrant colors. The Gardener is the one who makes the flower bed grow. At times a loving hand of assistance is really appreciated and can help pull the weeds, if not from another’s garden, then from their own.

 Maranatha,

 Ken

 

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No juzguéis, y no seréis juzgados. No condenéis, y no seréis condenados. Perdonad, y seréis perdonados". Lucas 6:37 (NVI)

 Malezas en el macizo de flores

 

Uno de los trabajos que no me gustaba cuando era joven era desmalezar macizos de flores. Llevé una intensa aversión hacia ella durante toda mi vida. Hay una parte dentro de muchos cristianos que reacciona a las áreas de maleza de los demás. Esto tiende a mostrar a los que no asisten a la iglesia más de lo que el cristiano está en contra en lugar de a favor. Muchos no cristianos ven a la mayor parte de la comunidad cristiana como un grupo "reactivo" de individuos que están encerrados en un ataque masivo contra ellos. Si bien es cierto que Pablo les dice a los cristianos que confronten y reprendan el pecado persistente (1 Timoteo 5:20), parece que más cristianos están chasqueando la lengua contra la persona y no contra el pecado.

 Como cristianos, a veces olvidamos que cuando se trata de pecado hay leyes naturales de siembra y cosecha. Pablo dice que la ira y las pasiones pecaminosas son un resultado directo de la severidad de la ley (Romanos 4:15, 5:20, 7:5). Al ir más allá del mandato de la gracia, muchos de nosotros sobrepasamos la ley del amor (Mateo 22:37-40, Juan 13:34, Romanos 13:8-10) y atacamos con justicia propia lo que odiamos o contra lo que hemos sido parciales. Jesús identificó al cristiano reactivo básico como alguien que tiene una actitud de ojo por ojo (Mateo 5:38).

 Este puede ser un gran dilema para los creyentes, porque sabemos que hay un estándar más alto por el que Dios exige que vivamos. Queremos ser santos porque Él es santo y queremos estar en contra del pecado, y debemos hacerlo, pero con equilibrio en nuestro enfoque y amor y un espíritu de gracia. Jesús dijo: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis los unos a los otros. Como yo os he amado, así debéis amaros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis los unos a los otros" (Juan 13:34-35). 

 Cuando un cristiano reactivo ve el jardín de una persona en desorden, inmediatamente quiere llamar a su puerta y decirle lo desagradables que se ven las malas hierbas en su jardín y "quitarlas lo más pronto posible". Conozco cristianos que creen que un macizo de flores desmalezado es todo lo que se necesita, pero esa mentalidad ignora el corazón no regenerado que permitió que las malas hierbas florecieran en primer lugar.

El Señor desea que dejemos de lado la postura reactiva en nuestro testimonio y seamos proactivos. Un estilo de vida proactivo no expresa el poder a través de la desaprobación, sino que expresa el poder de Cristo al vivir y caminar dentro del dominio amoroso del Espíritu. El poder de un cristiano proactivo radica en su capacidad de amar a los demás como a sí mismo.

 Un cristiano proactivo no juzgará el macizo de flores de otra persona de manera poco sólida. Su proactividad hará que presenten al dueño de la casa a su jardinero y le muestren cómo Él trajo su propio macizo de flores de un montón de cenizas a un hermoso lugar de exhibición de colores vibrantes. El Jardinero es el que hace crecer el macizo de flores. A veces, una mano amorosa de ayuda es realmente apreciada y puede ayudar a arrancar las malas hierbas, si no del jardín de otra persona, entonces del propio.

 Maranatha

 Ken

 

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