First Picks

 

You did not choose me, but I chose you and appointed you to go and bear fruit—fruit that will last—and so that whatever you ask in my name the Father will give you. John 15:13 (NIV)

I have never been a real ‘die-hard’ sports-minded kind of guy. I suppose it may stem from my early years of always being the last to be chosen for a game, or as did happen a few times, to wind up having to sit on the sidelines when neither team captain wanted me.

In the game of life, you have a team Captain who will never say He does not want you. In fact, He has a chosen spot already picked for you before you were born or even conceived, if you will just ask Him to become part of His team. He won’t have you watching things from the dugout and your batting average or win-loss record will not matter. He just wants a player who is willing and wanting to follow his calls.

David wrote about what the Coach would see in you, “In your eyes [You] saw my unformed body; all the days ordained for me were written in your book before one of them came to be. How precious to me are your thoughts God! How vast is the sum of them!" (Psalm 139:16-17). That is what He thinks of you. No matter your record, you are His MVP, His Most Valuable Player in the position He has for you.

The phrase, “It’s a whole new ballgame” takes on a different and pleasant meaning as you view the stadium from the playing field and not the sidelines. This is a day ordained for you, for you were not only picked first but you were chosen before you existed in your mother’s womb. You can join the game anytime. All you need to do is ask. Jesus is not just the Team Captain; He is the Owner and General Manager. If you are willing, the Manager will say, “Of course. I chose you a long time ago. All you needed to do was ask Me to let you in this game. Grab your mitt and take the field. I already have the perfect position for you. You’re too valuable to pass up.”

Maranatha,

Ken

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Vosotros no me elegisteis a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os designé para que vayáis y deis fruto, fruto que permanezca, y para que todo lo que pidáis en mi nombre, el Padre os lo dé. Juan 15:13 (NVI)

Primeras selecciones

Nunca he sido un tipo realmente 'acérrimo' con mentalidad deportiva. Supongo que puede deberse a mis primeros años de ser siempre el último en ser elegido para un juego, o como sucedió algunas veces, terminar teniendo que sentarme en el banquillo cuando ninguno de los capitanes del equipo me quería.

En el juego de la vida, tienes un capitán de equipo que nunca dirá que no te quiere. De hecho, Él tiene un lugar elegido para ti antes de que nacieras o incluso antes de que fueras concebido, si le pides que se convierta en parte de Su equipo. No te tendrá viendo cosas desde el dugout y tu promedio de bateo o récord de victorias y derrotas no importará. Solo quiere un jugador que esté dispuesto y quiera seguir sus llamadas.

David escribió acerca de lo que el Entrenador vería en ti: "En tus ojos [Tú] viste mi cuerpo informe; Todos los días ordenados para mí fueron escritos en tu libro antes de que uno de ellos llegara a existir. ¡Cuán preciosos son para mí tus pensamientos, Dios! ¡Cuán vasta es la suma de ellos!" (Salmos 139:16-17). Eso es lo que Él piensa de ti. No importa tu récord, eres Su Jugador Más Valioso, Su Jugador Más Valioso en la posición que Él tiene para ti.

La frase "Es un juego de pelota completamente nuevo" adquiere un significado diferente y agradable cuando ves el estadio desde el campo de juego y no desde la banda. Este es un día ordenado para ti, porque no solo fuiste elegido primero, sino que fuiste elegido antes de que existieras en el vientre de tu madre. Puedes unirte al juego en cualquier momento. Todo lo que tienes que hacer es preguntar. Jesús no es solo el capitán del equipo; Es el propietario y gerente general. Si usted está dispuesto, el Gerente dirá: "Por supuesto. Te elegí hace mucho tiempo. Todo lo que necesitabas hacer era pedirme que te dejara entrar en este juego. Agarra tu guante y sal al campo. Ya tengo la posición perfecta para ti. Eres demasiado valioso para dejarlo pasar".

Maranatha

Ken

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