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Monday, October 28, 2024

We Never Need to Wing it

 

He will cover you with his feathers, and under his wings you will find refuge; his faithfulness will be your shield and rampart. Psalm 91:4 (NIV)

Dad had some interesting personal stories on things he had witnessed with the farm animals in his care. He often spoke of how intelligent the barnyard animals were. He mentioned several times how if one of the local kids happened to pass a shadow over a mother hen, she would squat and begin squawking and spread her wings. No matter where her chicks were in the yard they would run to her and get under her wings to huddle and take refuge. When I asked why he said, “That shadow might have been from a hunting hawk on the wing and she was protecting her children. A hawk would have to go through her first to get to them.”

There have been a few times in my life when I saw the shadow and witnessed His protection, and I am pretty sure other times when I was unaware of His wings overshadowing my situation, He was always watching, always faithful. That I am here to share this after some 70+ years is testimony to His gracious care.

The psalmist’s explanation is the perfect word picture of who the Lord is. We can always run to Him in any circumstance and any situation, whether it be danger or temptation. God is our refuge from every assault. He says, “Run to Me. I will keep you safe and warm.” If a chick would light out on its own it would be easy pickings for a hawk. As it is, as we run under His wings of protection, we are under the shadow of the Almighty, and to get to us Satan would have to go through Him first.

The Lord will cover and protect, empowering you with inner strength through His Eternal Spirit. We never have to wing it, that is His job. In his doxology, Jude writes of Christ our Lord: “To him who is able to keep you from stumbling and to present you before his glorious presence without fault and with great joy—to the only God our Savior be glory, power and authority, through Jesus Christ our Lord, before all ages, now and forevermore! Amen” (Jude 24-25).

Maranatha,

Ken

Comments or questions are welcomed. Contact Ken at kendevans@gmail.com

 

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Él te cubrirá con sus plumas, y debajo de sus alas encontrarás refugio; Su fidelidad será tu escudo y tu baluarte. Salmos 91:4 (NVI)

Nunca necesitamos improvisar

Papá tenía algunas historias personales interesantes sobre cosas que había presenciado con los animales de granja a su cuidado. A menudo hablaba de lo inteligentes que eran los animales de corral. Mencionó varias veces que si uno de los niños del lugar pasaba una sombra sobre una gallina, ella se ponía en cuclillas y comenzaba a graznar y extendía sus alas. No importaba dónde estuvieran sus polluelos en el patio, corrían hacia ella y se metían debajo de sus alas para acurrucarse y refugiarse. Cuando le pregunté por qué, dijo: "Esa sombra podría haber sido de un halcón de caza en vuelo y ella estaba protegiendo a sus hijos. Un halcón tendría que atravesarla primero para llegar a ellos.

Ha habido algunas ocasiones en mi vida en las que he visto la sombra y he sido testigo de Su protección, y estoy bastante seguro de que otras veces en las que no me daba cuenta de que Sus alas ensombrecían mi situación, Él siempre estaba observando, siempre fiel. Que esté aquí para compartir esto después de unos 70+ años es testimonio de Su cuidado lleno de gracia.

La explicación del salmista es la imagen perfecta de quién es el Señor. Siempre podemos acudir a Él en cualquier circunstancia y en cualquier situación, ya sea peligro o tentación. Dios es nuestro refugio de todo asalto. Él dice: "Corre hacia mí. Te mantendré seguro y cálido". Si un polluelo se apagara por sí solo, sería presa fácil para un halcón. Tal como están las cosas, mientras corremos bajo Sus alas de protección, estamos bajo la sombra del Todopoderoso, y para llegar a nosotros, Satanás tendría que pasar primero por Él.

El Señor te cubrirá y protegerá, empoderándote con fuerza interior a través de Su Espíritu Eterno. Nunca tenemos que improvisar, ese es Su trabajo. En su doxología, Judas escribe acerca de Cristo nuestro Señor: "Al que es poderoso para guardaros sin tropezar y presentaros delante de su gloriosa presencia sin mancha y con gran gozo, al único Dios nuestro Salvador sea la gloria, el poder y la autoridad, por medio de Jesucristo nuestro Señor, antes de todos los siglos, ahora y por los siglos. Amén" (Judas 24-25).

Maranatha

Ken

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